Un día después de que se difundió la noticia de que el Instituto Nacional de Colonización y Reforma Agraria (INCRA) había determinado que sus superintendencias suspendieran sin fecha límite todos los procesos de expropiación o adquisición de tierras para acelerar la reforma agraria, este miércoles (9) se suspendió la decisión a través de un documento firmado por el presidente de este instituto, Francisco José Nascimento.
La decisión había sido anunciada el último jueves (3) y según informa el Instituto, 250 procesos en marcha iban a quedar en suspenso tras la decisión. La acción también iba a perjudicar más de 1.700 procesos de identificación y delimitación de territorios quilombolas [comunidades rurales ancestrales que agrupan afrodescendientes].
Bajo el gobierno Bolsonaro, el instituto fue sometido al Ministerio de Agricultura, comandado por la ex diputada Tereza Cristina, del partido derechista Demócratas (DEM), ex líder del Frente Parlamentario Agropecuario (FPA), conocido con el apelativo de “bancada ruralista”.
Este callejón sin salida evidencia que la reforma agraria no forma parte de los planes de Bolsonaro. En su programa de gobierno, el presidente electo ni siquiera hizo mención a políticas con esta finalidad. Sin embargo, defendió que iba a “retirar de la Constitución cualquiera relativización de la propiedad privada”.
